De Cuba y otras hierbas

miércoles, 14 de enero de 2009

Poesía anónima africana

Poesía anónima africana
La poesía del África ha logrado alcanzar a lo largo de muchos siglos un alto grado de esteticidad. Estudiosos de todo el mundo coinciden en considerarla entre la más elaborada y elevada de los pueblos ágrafos. Su diversidad de estilos es enorme, no obstante hay un conjunto de rasgos a todas las literaturas orales del continente, debido sin duda al acentuado intercambio cultural. Entre algunos rasgos destacados se pueden mencionar la construcción minuciosa de la historia, el rol de intermedio desempeñado por los cantos en mitad de los textos en prosa, ciertas formulas fijas para dar inicio y concluir la narración, la noche como atmósfera inigualable para contar, recitar poemas y cantar. En lo referente a la rima es necesario acotar que la misma casi no existe en los textos de los pueblos del África tropical. Pero en aquellas culturas influenciadas por el Islam, como los somalíes y los Swahalis del África oriental, los Fabilia de Argelia y los Peuis del Sudán, han experimentado con mucha creatividad la rima, notándose, de manera nítida, la influencia estilística de la poesía árabe clásica.
La poesía tradicional de África tiene como eje de inspiración la vida cotidiana y las fuerzas superiores que rigen el mundo, la naturaleza, los animales y al hombre. Esta poesía, si se quiere, de carácter sagrado tiene su espacio durante los ritos religiosos, en las ceremonias de las sociedades secretas y en el culto a los muertos. Este tipo de poesía sagrada representa en ciertos aspectos la columna vertebral del ser interior del hombre africano ya que la misma expone las meditaciones cosmogónicas y filosóficas sobre la vida, el amor espiritual y la muerte.
La poesía que denominaremos "profana" narra las gestas heroicas, las tribulaciones amorosas y las fábulas. Se entona durante las competencias deportivas o durante la reunión del grupo entorno al fuego, teniendo como telón de fondo la sobrecogedora y misteriosa noche africana. Es una poesía que busca dejar una moraleja, una enseñanza que sirva para vida mundana. Es una poesía ideal a la ahora de transmitir la historia, para educar en los individuos valores consustanciales con la estética poética. A diferencia de la poesía sagrada, la poesía profana no se plantea una meditación trascendente sobre la existencia más bien se conforma con hurgar en la cotidianidad hasta encontrar la belleza del verso.
En África por supuesto encontramos de igual modo una poesía que se podría de etiquetar de "culta", es decir, la que es creación exclusiva de los profesionales de las palabras y las cuales están relacionadas con las poderosas castas de imperios esclavistas o feudales. Poesía ligada a una clase aristocrática. Un ejemplo de este tipo de poesía se encuentra en las grandes epopeyas sudanesas y suajilis, en este mismo renglón tenemos las poesías en honor de los faraones egipcios, a los emperadores de Etiopía y de los reyes de Ruanda. Al lado de esta poesía culta se encuentra la del hombre común, la que metaforiza las pequeñas vivencias de todos los días.
La música esta estrechamente ligada al quehacer poético. Los poetas africanos son cantores naturales o se convierten en cantores con esfuerzo y dedicación. Los instrumentos que utilizan son el arpa o Kora, la cítara, el violín de dos cuerdas, de guitarras, tambores o pandereros. En muchas regiones cada poeta crea sus propias melodías para acompañar sus poemas; en otras la música se transmita junto con el texto de generación en generación. Entre los Yoruba de Nigeria, los poemas, además de ser cantados, pueden ser interpretados con los tambores. Por su parte los Tuareg del Sahara tienden a menudo a recitar los poemas que a cantarlos.
Cada pueblo del África posee un estilo particular para abordar la poesía. Uno de los pueblos más destacado quizá sea el Yoruba. Los Yoruba son un pueblo que en la actualidad esta conformado como por quince millones de personas que habitan principalmente en Nigeria occidental. Constituye uno de los grupos étnicos más importante del África.
Los Yorubas cultivan una poesía de uso practico. Así por ejemplo tenemos los oriki, que son nombres de alabanzas, frases poéticas para describir y elogiar a los dioses y a los hombres. Cada Yoruba posee un Oriki que va coleccionando en el recorrer de su existencia y que esta ligado con su creador, que lo identifica, debido a que en él expresa su condición social, su estirpe, sus hazañas. Así mismo los Yoruba tienen la poesía oracular que esta a cargo de una casta de sacerdotes llamados "babalawos". El cuerpo de profecías que conforma el oráculo de Ifa en dieciséis secciones principales llamadas "Oddu".
Por su parte los cazadores Yoruba tienen una forma poética denominada "Iyala", que son canciones acerca de los animales. También tiene una serie de poesías que son una especie de sortilegios para conjurar enfermedades, a los enemigos etc.
Los temas esenciales en la poesía anónima africana son igual que los temas que trata la literatura en el mundo: el amor, la muerte, la soledad, las fuerzas de lo oculto, el mundo natural y cotidiano, la guerra, los sueños y el hombre como tema de primer orden. Hay como un énfasis subrayado en retratar a través de la palabra poética los estados espirituales por los que atraviesa los individuos en determinadas circunstancias, la poesía trata de reflejar las preocupaciones metafísicas del hombre, sus anhelos más íntimos e intensos.
A pesar de que una nueva civilización africana se forja en las ciudades modernas, la poesía tradicional conserva su vigencia en una buena porción de zonas rurales. Mucha de esta poesía oral se ha convertido en materia de estudios para la etnografía. De manera lenta y sistemática se ha ido transcribiendo como una manera de preservar un caudal espiritual único de la humanidad. Al transcribir la poesía oral esta pierde mucho de su encanto y de su estética, a pesar de ello es imprescindible llevarla al papel para que la gente en el occidente comience a internarse en un arte ancestral y que tiene como función principal preservar la memoria colectiva no como un hecho estático e inanimado, sino como un asunto movible y vivencial tratando de alcanzar en primer lugar una sabiduría práctica para sobrevivir y en segundo termino tratando de aprehender a través de la palabra poética la belleza del mundo no siempre sencilla de percibir sin haber educado el corazón a través de la palabra.
Adentrarse en la poesía anónima de África es una experiencia extraordinaria. Por ejemplo el poema "Llora mi corazón", perteneciente a los Kabilia, grupo étnico del este argelino y de lengua berebere, es una pieza poética de gran sencillez, pero con una delicada exquisitez:
Llora mi corazón, lo abruman males múltiplesTijeras lo cortan:Fiebres, dolores, mal en el costado.
Llora mi corazón, está extraviadoPor la muchacha esbelta como una palmera,Cuyos cabellos caen sobre su espalda.
Pero tendré pronto mi revanchay la sorprenderé.Entonces, cara a cara, nos reconoceremos.

El poema "amante ausente" de los Bantú, conjunto de pueblos del África central es también de gran simplicidad, pero con una elaboración más compleja de las metáforas:

Las lejanas montañas te ocultan de mí,
Mientras se me enciman las cercanas
Si yo tuviera un pesado martillo
Para aplastar las montañas cercanas.Si yo tuviera alas como un pájaroPara volar sobre aquellas más lejanas.
Existe un poema Zulú, pueblo del África del sur que durante largo tiempo ofreció feroz resistencia a los invasores europeos, en el que se muestra la pugna amorosa con una exactitud si se quiere brillante, debido a que, además, mezcla reflexiones profundas y cotidianas:
El cuerpo muere, el alma sigue jovenEl alimento servido desgasta la vasijaNingún leño conserva su corteza cuando envejeceNingún amante está tranquiloMientras llora su rival.

En un largo poema "Monzón y el rey de Kore", que narra la epopeya de Segú, perteneciente a los Bambara de Malí, hay un fragmento hermoso de amor femenino:
¿Cuántas mujeres enamoradas han desafiadolas tinieblas de la noche, y marchando contra sus deberes,arrastrando su honor por el barro,han ido a buscar al hombre de su alma,el que ellas hubieran querido desposar? No soy sino una más.Vengo sin vergüenza a golpear en la puerta de tu corazón.Ábrela para que yo entre, o hazme apuñalarPara al menos morir entre tus brazos.

También existe una canción en amárico, idioma más importante de Etiopía, titulada calzones de viento y la cual cantan las mujeres mientras trabajan, que trata sobre el amor inútil. En la canción se menciona a Gondar, capital de los reyes etíopes y la provincia de Etiopía llamada Shoa:
Calzones de viento y botones de granizoNi un terrón de la tierra de Shoa, en Godar nada quedóUna hiena atada con una correa, llevando un pedazo de carne en su bocaUn poco de agua en un vaso dejado junto al fuego.Una porción de agua arrojada al hogar.Un caballo de niebla y un paso crecidoInútil para todo, útil para nadie.
¿Por qué estoy enamorada de un hombre como él?
Con respecto la muerte hay un espléndido poema Kuba, pueblo del Congo Central, conocidos también con del nombre de bakuba, es muy apreciado por su arte, que sintetiza de alguna manera esa concepción de los pueblos africanos sobre la vida y la muerte:
No hay aguja sin punta penetranteNo hay navaja sin hoja afiladaLa muerte llega a nosotros de muchas formas.Con nuestros pies andamos por la tierra del chivoCon nuestras manos tocamos el cielo de DiosAlgún día futuro, en el calor del mediodía,seré llevado en hombrosa través del pueblo de los muertosCuando muera, no me entierren bajo los árboles del bosque,le temo a sus espinas.Cuando muera, no me entierren bajo los árboles del bosque,le temo al agua que gotea.Entiérrenme bajo los grandes árboles umbrosos del mercadoQuiero escuchar los tambores tocandoQuiero sentir los pies de los que bailan.
Otro género, si se le puede denominar así, a los que son muy afectos los pueblos africanos es el proverbio. Los proverbios constituyen pequeñas joyas de sabiduría atávica transmitida oralmente. Poética del vivir. Son muletillas utilizadas en la vida diarias y nacen como producto de la experiencia, siendo los ancianos los principales transmisores de proverbios. Vayan algunos como ejemplo:
El hombre se hace hombre por los otros (Tsonga).
El hombre paciente sigue cociendo una piedra hasta que bebe su caldo(Peul).
Los hombres mezquinos son tan comunes como los árboles en el bosque (Yoruba).
Cuando no hay ancianos, el pueblo se echa a perder. (Yoruba).
El agua del río corre sin oír al hombre que tiene sed (Kikuyu).
La mujer es un agua fresca que mata, un agua poco profunda que ahoga (Peul).
El que quiere miel tiene el coraje de afrontar las abejas. (Wolof).
Poesía yoruba
Como tantos elementos de las culturas africanas que se han infiltrado en la nuestra y que, por racismo, apenas reconocemos, la poesía también ha ejercido su callado ascendiente. Poética primigenia, en Nigeria Occidental pertenece a unidades tribales y se diluye en la vida cotidiana para resurgir de ella y cantar los perennes estados emocionales del hombre, que cada generación debe volver a descubrir.
Africa, he conservado tu memoria, África estás en mí como la astilla en la herida...
Jacques Roumain
El Caribe está en un periodo de revalorización de su acervo cultural. Cualquier información sobre los pueblos que lo conforman, en especial aquellos a los que la actitud prejuiciosa de muchos ha querido negarles facultades creativas, nos ayudará a conocer y comprender mejor sus características. Este hurgar en el pasado y en sus prolongaciones presentes nos servirá para hallar soluciones a muchos conflictos de índole cultural y reafirmarnos en nuestra personalidad como pueblo.
Es innegable el aporte fundamental de los pueblos africanos a la creación de la cultura en América Latina. Ya están lejanos los tiempos en que los criollos, desligados de sus raíces, pretendían hallar sus antecedentes en los aborígenes americanos. Aquellos despistados del siglo que pasó -y sus retoños del presente- se evaden en actitud cobarde, negando la realidad negra de nuestra cultura.
Sin embargo, aparte de algunos estudiosos, pocos conocen los aportes hechos por los diferentes pueblos africanos en América o de los logros de esas culturas en sus tierras de origen. La esclavitud dejó una estela de prejuicios, haciendo que siempre se mirase hacia el Africa como la tierra sin historia ni valores. Y si bien se acepta ya como premisa la africanía de nuestra música, no somos del todo conscientes de la huella que los esclavos han dejado en nuestras costumbres, creencias, comidas, filosofía... y lo que es peor, ignoramos la existencia de importantes manifestaciones artísticas, como los bronces de Ifé y Benin, las tallas Senufo o los marfiles Guaregas. También desconocemos el notabilísimo manantial poético africano.
Esta ignorancia en América -sobre todo en México y el Caribe- resulta absurda, semejante a desconocer la existencia de una Giralda o de una ciudad llamada Madrid. Es una deficiencia cultural que se agrava dado el hecho de que desde hace medio siglo vienen publicándose en Europa y América libros sobre las artes, religión o etnología africana, e incluso a pesar de que todo un movimiento en las artes plásticas occidentales (el expresionismo) fue grandemente influido por las de esos pueblos.
Junto a la literatura oral y tradicionalista, hay todo un movimiento moderno publicado en los idiomas autóctonos o en inglés o francés. Novelas, obras de teatro o poemas que tratan los conflictos del hombre en la civilización actual o en sus choques con las formas de vida antiguas. La poesía es más común que la prosa en la vida africana por haber permanecido siempre limitada a las unidades tribales. Abundan las traducciones de mitos y fábulas a los idiomas europeos; pero respecto a la poesía, y debido al carácter tonal de las lenguas africanas, se temía que perdiera toda su musicalidad y sentido. Tras varios intentos se ha comprobado que la belleza poética y la fuerza de sus imágenes resisten cualquier traducción aunque se pierda la musicalidad originaria. Además, nos aportan datos valiosos sobre el pensamiento de esas culturas.
La poesía yoruba, es la que mayor influencia ha tenido en América, sobre todo en el Caribe y particularmente en Cuba, a través de la Santería. Muchos de sus elementos se integraron definitivamente en el pueblo de Cuba y forman parte esencial del mismo. Las invocaciones a los mismos dioses resuenan en la isla, el tráfago de los babalaos y sus Oddu, las travesuras de Eshu, el respeto temoroso a Eggun. ¡Es reconocerse en las raíces! Los yorubas son alrededor de cinco millones de personas que viven en la Nigeria Occidental, cuya cultura es una de las más desarrolladas de África, desde tiempos antiguos. La organización política y social, y las artes y técnicas de este pueblo denotan el grado de civilización alcanzado. Entre los yorubas la poesía cumple una función social de primera importancia e interviene en todas las manifestaciones de su vida. En las ceremonias religiosas y estatales, en las bodas, en los ritos funerarios, siempre están presentes los bardos profesionales que cantan el tipo de poema apropiado.
Mientras en la cultura occidental la poesía ha dejado de desempeñar una función social para convertirse en goce de minorías, entre los yorubas, desde los cantos de alabanza a los dioses hasta los comentarios sarcásticos sobre los sucesos de actualidad, se hacen por este medio, que no está reservado sólo para las ocasiones solemnes o festivas, sino que forma parte de la vida cotidiana. Los vendedores tienen poemas especiales para anunciar sus productos; los cazadores, para cantar mientras marchan por el bosque; los niños, para realizar sus juegos.
No puede hablarse de una métrica en la poesía yoruba. Tampoco existe diferencia entre la acentuación o no de las sílabas sobre las que puede basarse esa métrica. No hay línea de versos regulados, aunque los poemas se dividen en grupos congruentes de variada extensión. Según E. L. Lasebikan, en esta poesía se impone un patrón por la estructura tonal del idioma. El tono es determinante. Existen tres tonos básicos y cierto número de intercalaciones. Una misma palabra puede pronunciarse hasta de cinco formas distintas y poseer cinco significados completamente diferentes. Por lo tanto, las oraciones yorubas habladas muestran una estructura llena de armonía, aunque los valores tonales no toman el lugar de la métrica europea. En sus poemas encontramos metáfora, onomatopeya, aliteración, repetición (nunca rima), y todos los estados emocionales del hombre: humor, éxtasis religioso, ironía, patetismo y amor. Además, esta poesía puede ser recitada o tocada en tambores. Los yorubas poseen tambores capaces de reproducir todos los tonos de su idioma, no a la manera de un método Morse sino repitiendo las ligaduras y niveles tonales exactos del habla, tan importantes que las consonantes y vocales pueden eliminarse, siendo comprensible el sentido de la frase.
Cada tipo de poesía yoruba posee su técnica de recitación propia y es cantada por un grupo de personas. Los oddu de Ifá son recitados exclusivamente por los babalaos o sacerdotes del oráculo. Los iyalá por los cazadores. Los iwis por los enmascarados Egungun. Los oriki por poetas profesionales o sacerdotes del Orisha (dios) particular a quien se adore. La técnica de recitación es más determinante para distinguir un tipo de poemas que el contenido o la estructura específica. Tanto, que la persona que ha sido instruida en un estilo se considera incapacitada de repetir el tono de los otros. Estas sutilezas, unidas a la recreación constante que hacen los yorubas de las palabras de su idioma y el contenido poético o evocador que encuentran en las mismas, dificultan grandemente las traducciones. Se pierde la musicalidad, la poesía por evocación, el humor refinado, y más cuando se trata de una doble versión (yoruba-inglés-español). No obstante, la belleza de imágenes y la vitalidad de la poesía yoruba pueden apreciarse en la lectura del siguiente poema:
ORIKI OSHUN
La llamamos y responde con sabiduría.Puede curar aquellos con quienes ha falladoel doctor.Cura al enfermo con agua fría.Cuando cura al niño no le cobra al padre.Podemos permanecer en el mundo sin miedo¡Iyalodde que curas a los niños, ayúdamea tener mi hijo!
Sus medicinas son gratis, alimentan a losniños con miel.Es rica y sus palabras dulces.¡Extenso bosque lleno de alimento!Deja que un hijo abrace mi cuerpo.El roce de una mano de niño es suave.
Dueña del bronce.Dueña de las plumas de cotorra.Dueña del dinero.
Mi madre, eres hermosa, muy hermosa.Tus ojos brillan como el bronce,tu piel es suave y tersa,negra como el terciopelo.
Todos te saludancuando vienes a la tierra.¡Todos cantan tus alabanzas!
Compilado de poesía yoruba o afrocubana
Rezo secular entonado por los bablochas y los iyalochas para consultar del oráculo de obi (coco) y realizar su tirada. Su dueño es Obbatalá y es el medio de comunicación más directo con los orishas y los eggun. El coco es ofrenda y se consulta en el suelo y el babalocha o santero debe bendecirlo con una moyugba (saludo, autorización, tributo, alabanza a Olofi, Olorun, Olordumaré (orishas), a los eggun y al eledá o ángel de la guarda). Antes de la ceremonia se le ofrece al santo el obipikutí (los pedazos resultantes de los pellizcos que se arrancan con la uña al coco para redondear 4 trozos de su masa):
“Atanú Che odda elfú aro mo be aché mimo aro mo be omú tuto ana tutu tutu laroyé. Ilé, moku kuele mu untori ku, untori aro, untori eyé, untori ofo, untori mo de li fun loni”
Canto nostálgico negro que evoca a la orisha del río africano Obá
Changó olé bondilé ó-la-lá
Con gon gon gondilá
Changó olé, gondile olé-olé
Con gon gon gondilé.
Yemayá otó bajoré
O yáotó bajoré
O remamanjá otó bajoré
Oyá otó bajoré o.
Refranes en lengua del “ñanigo”, recogidas por Rafael Roche
“Malarica bira guañañongo ecombre.”
(Blanco, si no sabes, no te metas)
“Acua embore boroqui mangue.”
(Una vez nada más se castra el chivo)
“Aseré abasillaberomo ita maribá endié ecruloró.”
(Cuando el solo sale, sale para todo el mundo)
“Chequendenque longosiremó.”
(El que no tiene corazón no va a la guerra)
“Efiique, efique butón, efique, efique quenamiró aguana toitó.”
(Soy pobre, pero con mi familia soy rico)
Lydia Cabrera en su obra El Monte recoge rezos cantados por los “mayomberos””, entrelos antecedentes encontramos los Cantos litúrgicos yorubas o abakuás o “Cantos de Cabildo”
Canto litúrgico del Palo Mayombe
Casimba yeré
Casimbangó
Yo salí de mi casa.
Casimbangó
Yo salí de mi tierra,
Casimbangó
Yo vengo a bucá...
Dame sombra Ceibita,
Ceiba da yo sombra.
Dame sombra palo Tengue
Dame sombra palo Grayúa
Dame sombra palo Wakibango
Yo vine a bucá...
Canto de Cabildo
¡Engó teramene!
Jabre cutu güiri mambo.
¡Engó teramene!
Jabre cutu güiri mambo.
¡Engó teramene!
Jabre cutu güiri dinga.
¡Engó teramene!
Súyure o conjuros cantados de los oddú de Ifá, llamado Eyiobbe
Si la indicación del sortilegio marca un iré o “camino bueno”, el babalocha canta:
Sin guini yo
Sin guini naso
Sin guini lepo
Loddá fun
Eyiobbé
Cuando el camino es osobo, o “para malo”, entonces se dice:
Achini má, Achini má,
Ikú furi buyé má,
Achini má, Achini má,
Anúo furi buyé má,
Achini má, Achini má,
Ofó furi buyé má,
Achini má, Achini má,
Edyó furi buyé má,
Achini má, Achini má,
Iyá furi buyé má,
Achini má, Achini má,
Ogún ffuri buyé má,
Achini má, Achini má.
(Versos rítmicos para espantar a la muerte (ikú), la pena (anú), la pérdida (ofó), el crimen (dyó), el disgusto (iyá), el hechizo (ogún). Estribillo mágico Achini má, Achini má,
La tradición del griot (narrador profesional que asume la memoria colectiva de su pueblo) dentro de la cultura africana ágrafa como resonancia especular del hombre en sus más complejas estructuras y con profundo sentido religioso y ético que anima a sus poemas. El canto del griot es un canto plural y el tono es fundamental en la recitación, una misma palabra puede pronunciarse de distintas maneras y hasta poseer varios significados completamente diferente. Es síntesis y fuerza telúrica. Punto del espíritu donde lo comunicable y lo incomunicable, lo elevado y lo profundo, lo vivo y lo muerto son una misma cosa ligadas en la voz ancestral que procura rememorar y, de esta manera, conservar un pasado patrimonial.

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